Ir al contenido principal

Entradas

Destacados

La muerte también comunica

Cuando era niña me preguntaba por qué mueren las personas, pero con el correr del tiempo fui entendiendo que siempre hay un para qué detrás de cada muerte.  Mi padre me abandonó siendo yo una bebé y lo pude ver cara a cara recién a través del frío vidrio de su ataúd cuando yo tenía más de cuarenta años. Conversamos muy poco por teléfono o por el chat y me dejó algunos mensajes importantes que pude recordar durante unas meditaciones en medio de una crisis familiar terrible, estando a punto de divorciarme. Lo curioso es que ese breve mensaje de mi padre –que recordé después de su muerte y el cual agradezco-- fue uno de los que me hizo tomar consciencia y retroceder para volver a reconstruir mi familia de entre los escombros. La forma cómo vivió y cómo murió mi padre me dieron grandes enseñanzas de lo que debía y no debía hacer con la mía. Esto lo comprendí observando y meditando sobre las huellas que había dejado en el corazón de las personas que tuvo a su lado y en la

Entradas más recientes

Imagen

El Ángel de la Paz y el monstruo que perdió el equilibrio

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen